"Un momento..."

Entre las estrellas y lo negro de la noche, pude ver un poco de lo enigmático y la clase de persona que es... su mirada y su forma de hablar; tiene ese vocabulario que me encanta y suele ser muy cortés en su manera de expresarse. Es un caballero en toda la extensión de la palabra.
Sé que todas la demás chicas buscan a tipos con los ojos azules, verdes, miel, guapos, altos, fuertes, pero él es diferente: sus ojos color café obscuro que me despabilan al instante, su forma de pensar; cada vez que hablo con él es como si me transportara a otro universo, a una dimensión diferente, todo es tan misterioso tan entrañable, me hace adicta a sus palabras; a su mundo...

Esa noche fue especial, solo estábamos nosotros dos mirando el cielo y hablando sobre los sueños y las estrellas. Mi corazón latía fuertemente por alguna razón... sí, conocía esa sensación, era la dopamina. Perdí toda noción y me entregué por completo a los químicos de mi cerebro...
Cuando terminó de hablar, me dijo que me veía hermosa. Me ruboricé, al menos era de noche y no se notó.
Puso su mano sobre la mía con mucha delicadeza y me miró. Bajé la mirada y la levanté; tímida aún... Al verlo a los ojos todo era perfecto, la noche, el momento, ¡¡Todo!!... colocó su otra mano sobre mi cabello y la deslizó hasta mi cuello con caricias afables... Se aproximó poco a poco, cerré los ojos; todo pasaba frente a mí. El pasado y el futuro dejaron de tener sentido, solo importaba el presente; nuestros labios se fundieron por completo, volvía a ser feliz. Una lágrima corrió por mi ojo. Al separarse mencionó que era hora de irse... Le dije que lo extrañaría para siempre, sonrió y se perdió en la lejanía...

                     Agarré el ramo que llevaba y entre sollozos lo dejé sobre su tumba.