domingo, 30 de noviembre de 2014

La Dimensión

No debí haberlo hecho, me advirtieron de las consecuencias e hice caso omiso…
Yo tenía la idea de, que si uno lograba canalizar la suficiente energía en un espacio controlado podría entrar a otra dimensión con ayuda de un espejo. Comencé a fabricar un artefacto para poder mantener la energía suficiente y fusionarlo con una carga que tenía la capacidad de romper  la realidad que conocemos, si esta era dirigida a un espejo.                                                                    Mi invento era bueno, pero muy inestable. No lograba mantener el portal abierto por más de tres segundos, intenté de todo… Hasta que  en una ocasión se me ocurrió utilizar partículas de nitrógeno en la zona donde se centraría la dirección de la carga.
Fui al laboratorio a colocar todo en posición, dentro de mí sonaban las palabras de compañeros que decían creerme loco, que todo lo que hacía no era correcto, pero ¿Qué saben ellos? El que lo intentaría seria yo y les demostraría que ellos son los equivocados, que mi experimento funciona. Revolucionaré la manera de vivir… Seré conocido…
Cuando todo estaba listo para la prueba pensé un poco en las consecuencias, lo que pasaría lograba entrar a la otra dimensión, pero aún con la inestabilidad de la maquina,… esas ansias por saber los desconocido fueron más grandes que los peligros que podía correr.                                                                              Procedí a encender la máquina junto con la que proveía las partículas de nitrógeno la carga fue directo al espejo con el que estaba probando… uno… dos… tres… cuatro… cinco… Creo que ya superó el límite que solía tener –pensé-
Por fin el agujero que había creado se podía mantener, tenía que saber lo que había del otro lado. Procedí a caminar con cautela hacia el agujero, no sin antes colocar un interruptor remoto en la máquina para poder encenderlo o apagarlo por cualquier cosa, sostuve firmemente mi libreta de anotaciones y lentamente introduje mi mano derecha en el agujero, no pasó nada; deduje que sería seguro, así que decidí entrar por completo. Cerré los ojos y di un salto.                                                     Al estar del otro lado creí que algo sería diferente, no fue así, al abrir los ojos noté que era mi laboratorio, allí estaba la máquina y todo lo demás. Tenía un poco de asombro al saber que había logrado entrar en otra dimensión, al inspeccionar la máquina de esta dimensión pude notar que el nitrógeno estaba al mínimo, al voltear a ver el tanque real pude notar como se fue haciendo cada más chico el agujero; traté de correr para alcanzarlo, pero fue inútil. Ya era demasiado tarde, había quedado atrapado… pensé en echar a andar la máquina del a dimensión en la que estoy, pero es inútil solo al encender la original funciona.
Me senté triste mientras recordaba las advertencias de mis compañeros. En ese instante recordé el interruptor remoto que había colocado, quizás funcione aún desde aquí –pensé- … enseguida procedí a escribir esta carta. No creo poder salir de aquí, pero por medio de esta carta quizás te des cuenta de que alguien del mundo en el que vives quedó atrapado en el mundo en el que estoy. Esa persona soy yo… 
Desde entonces he escrito las últimas dos horas he inspeccionado el lugar, es como ver un mundo igual, pero sin personas; no tengo la necesidad de comer ni de beber, aquí no me deterioro.

Estor en el laboratorio alterno, por fin me he decidió a encender la máquina con el control remoto. El agujero es más pequeño y creo que solo durará tres segundos debido a que el tanque de nitrógeno se terminó. Así que, si estás leyendo esto es porque mi carta logró pasar al mundo real…

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