"Que son estas paredes acolchonadas? y ¿porque tengo esta camisa?
Trato de recordar y me es borroso, solo puedo divisar en mi mente, una imagen de horror humano... ahora lo recuerdo con dificultad. No fui yo,...
La tarde era cálida y yo me encontraba en mi cuarto, sentado, pensando y dejándome llevar por la irrealidad de mi imaginación... El tiempo seguía, pero yo continuaba en mi lugar.
Mi gato pasa encima de mi y ni siquiera volteo a verlo.
Lo que pienso es hermoso, puedo ver paredes manchadas de un líquido rojo, y a lo lejos una puerta negra, quiero avanzar hacia ella, pero me detengo, ya que escucho golpes del otro lado... tengo miedo a ver lo que está aguardando cruzando la puerta.
Comienzo a sentir frío, y el aire que exhalo se puede ver. Todo es obscuro, aún se pueden notar las paredes, pero con dificultad.
Por fin me he decidido, abriré la puerta, necesito saber que es lo que toca del otro lado.
El frío hace que mi mano tiemble al tocar la perilla... los golpes cesaron al abrir la puerta. Era un cuarto aún más obscuro. a lo lejos podía ver como algo se aproximaba hacia mi, tenía foma de humano. Cuando estaba a casi un metro de mi, quedé sin habla... era yo, cubierto de sangre y sin ojos. Solo se podían notar la cuenca de los ojos, obscuros y siniestros...
Se aproxima hacia mi, y extiende su mano, por alguna extraña razón sentí calma. En su mano llevaba un pequeño ruiseñor de madera; lo sostuve. Al agarrarlo tuve una imagen en mi cabeza de mis hermanos asesinados en mi sala. Al ver esto, solté el ruiseñor y voltee a ver a mi copia.
-¿Qué pasa?- dijo él con una sonrisa.
-Nada, es solo que tuve un breve pensamiento.
-¿Estás cansado?- dijo mientras se adentraba en aquel cuarto.
-Un poco- respondí mientras lo seguía -ya estoy cansado de ser yo, de escuchar cosas que los demás no, de ser el raro, el incomprendido, de que siempre sea yo el culpable.
-Déjame ser entonces- respondió con seriedad.
Seguimos avanzando hasta el punto donde estaba tan obscuro que no podía ver mi mano frente a mi rostro.
-¿Te aterra la obscuridad?- Continuo preguntando.
me detuve y respondí sin titubear -Nunca le he temido, ella es la única con la que me relaciono desde chico.
-Déjame ser entonces- Volvió a responder con calma.
A lo lejos podía ver un destello de luz muy tenue, mientras caminaba hacia ella, sentí como el ambiente cambiaba, poco a poco una mezcla de curiosidad y tranquilidad entraban en una perfecta combinación con mis pensamientos.
-¿Por qué caminas hacia la luz?- dijo mi copia con un tono pasivo.
-Es llamativo, hace que sienta cosas, me hace sentir bien.
Seguí avanzando y sentí que un líquido entraba mojando mis piernas. Había entrado en algo parecido a una laguna... para ese punto, yo ya no veía mi copia, pero podía escuchar su voz dentro de aquel gran lugar.
-¿Los amas?- preguntó con un eco repetitivo.
-El amor es subjetivo, sin duda es efímero si lo consideras en un plano irreal...- respondí con certeza.
-¿Y tu crees que estás en lo irreal?
-Sí, siempre lo he estado, desde el momento en que nací; todo fue efímero, la muerte de mi madre, el suicidio de mi padre, el asesinato de mis amigos...- mientras hablaba, mis oídos lograron escuchar el cantar de un ave a lo lejos.
-¿Quieres que todo termine?
-No... simplemente quiero probar un poco de la realidad, quiero sentir el amor de otros seres vivos, quiero un solo momento lúcido.
-Déjame ser entonces...
Desperté en medio de mi sala. Estaba de pie y no sabia lo que pasaba. Tenia un cuchillo en mi mano derecha y un desarmador en la izquierda... los sillones estaba manchados en sangre, y las paredes también.
Los cuerpos de mis tres hermanos colgaban del techo ensangrentados, les había quitado la piel y los ojos.
No podía resistir, me tumbé en el suelo y comencé a llorar, maldiciendo a todo lo que podía. Aun en mis sollozos logré escuchar aquel cantar que había escuchado antes, era el ruiseñor, cantando en el marco de la ventana. Encima del marco estaban escritas, con sangre, las palabras que me dejarían en este lugar con paredes acolchonadas y una camisa de fuerza.
Nadie me cree mi versión de los hechos, todas las investigaciones arrojaban que yo era el culpable...
Hasta la fecha, aún suenan aquellas palabras en los recovecos de mis profundos pensamientos:
"Me dejaste ser"
-¿Los amas?- preguntó con un eco repetitivo.
-El amor es subjetivo, sin duda es efímero si lo consideras en un plano irreal...- respondí con certeza.
-¿Y tu crees que estás en lo irreal?
-Sí, siempre lo he estado, desde el momento en que nací; todo fue efímero, la muerte de mi madre, el suicidio de mi padre, el asesinato de mis amigos...- mientras hablaba, mis oídos lograron escuchar el cantar de un ave a lo lejos.
-¿Quieres que todo termine?
-No... simplemente quiero probar un poco de la realidad, quiero sentir el amor de otros seres vivos, quiero un solo momento lúcido.
-Déjame ser entonces...
Desperté en medio de mi sala. Estaba de pie y no sabia lo que pasaba. Tenia un cuchillo en mi mano derecha y un desarmador en la izquierda... los sillones estaba manchados en sangre, y las paredes también.
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No podía resistir, me tumbé en el suelo y comencé a llorar, maldiciendo a todo lo que podía. Aun en mis sollozos logré escuchar aquel cantar que había escuchado antes, era el ruiseñor, cantando en el marco de la ventana. Encima del marco estaban escritas, con sangre, las palabras que me dejarían en este lugar con paredes acolchonadas y una camisa de fuerza.
Nadie me cree mi versión de los hechos, todas las investigaciones arrojaban que yo era el culpable...
Hasta la fecha, aún suenan aquellas palabras en los recovecos de mis profundos pensamientos:
"Me dejaste ser"
Waw! Muy buena historia, entre terror y suspenso.
ResponderEliminarNo se porque, pero la ambientación me recordo a Edgar Allan Poe con "Nunca más"