"Cada vez que la miraba, tan hermosa, tan radiante... sentía como si el mundo entero se congelara para admirarla... así como se admira una obra de arte..."
Nunca he sido de los chicos que son extrovertidos; que les gusta hacer nuevas amistades o se preocupan por que vestirán el día de mañana... soy sencillo, de gustos simples. Me gusta leer y sobre todo observar los pequeños detalles, esos que las personas dejan pasar de largo porque creen que no son importantes... yo creo que en lo pequeño y simple radica la grandeza y lo complejo...
Conocí hace tiempo a una persona, una persona que me afectó en todos los sentidos, jamás pensé que una persona podría poner mi mundo boca abajo...
El día que la conocí estaba en una de las ceras de la calle, me senté a observar un camino de hormigas que se había formado... ella llegó y cruzó unas palabras conmigo sobre lo que hacía y porqué lo hacía.
Me gusta que me hagan preguntas, pero no me gusta que me interrumpan cuando estoy ocupado... al parecer a ella eso no le importó a pesar de decirle que me encontraba ocupado...
seguí mi camino.
Después de eso, al llegar a mi trabajo me dijeron que habían contratado a una nueva persona... mi sorpresa fue tal que habría preferido no haber trabajado ese día ... allí estaba ella, con esa sonrisa tan molesta y diciéndome "hola" como si me conociera de tiempo... vaya iluso que era...
Pasó el tiempo y yo no la toleraba, se me hacía una persona sin capacidad de razonar más allá de lo que se muestra... la evitaba a toda costa...
Un día necesitaba que le ayudaran con un problema que tenía en su computadora... todos le dijeron que yo era el indicado, que sabría como solucionar su problema...
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Al llegar a mi lugar me puse a pensar en como podría hacer para no sentirme mal por lo ocurrido en los últimos días... Había notado en su lugar de trabajo que le gustaba la comida asiática, eso fue por el fondo que tenía en su computadora... me dispuse a invitarla... como compensación.
Al día siguiente, cuando me dirigía al trabajo quise echarle un ojo a las hormigas, allí estaban... parecía que pronto llovería ...
me apresuré a llegar a mi trabajo... y allí venía ella a lo lejos... se empapaba rápido... me quité mi saco y se lo tendí como cubierta... ya no faltaba mucho para llegar.... caminamos... yo sin mencionar ninguna palabra... ella caminaba deprisa, con la mirada por delante... al llegar le abrí la puerta y cada quien se fue a su lugar...
Me encontraba nervioso, no sabía como decirle, jamás había invitado a alguien a comer, prefería la soledad... ya faltando una hora por salir.... me dispuse a hablar con ella...
"Helike, me gustaría ... me podrías...quieres ir a comer saliendo?"
Ella me miró con cara de extrañeza, ya que nunca le dirigía la palabra...
"claro, muero de hambre... " hizo una de sus fastidiosas sonrisas y se fue... la vi alejarse mientras pensaba en lo que había hecho...
Se llegó la hora de salida... me encontraba nervioso, ella me esperó en la puerta de salida, sonrió y me dijo que si estaba listo para irnos, me limité a asentir con la cabeza, algo me decía que me arrepentiría de esto... caminamos a un lugar cercano... se llamaba "tsuki sushi" era algo así como sushi lunar... la primer vez que vine aquí me encantó por su decoración entre lo tradicional con ese toque de rareza contemporánea... nos sentamos y cada uno ordenó.
Ella comenzó a hablar del trabajo y como le parecía todo... comencé a hablar con ella de eso... le hacía preguntas y ella a mí sobre nuestras vidas... mi principal pregunta fue que "¿por qué era tan extrovertida al momento de conocer personas?" ella solo me contestó que nunca sabes a quien puedes llegar a conocer o alegrarle el día...
Al terminar de comer... fuimos y caminamos al parque... nos sentamos en una banca y esperamos viendo las estrellas y la luna, la luna estaba tan hermosa, siempre lo he dicho si fuera una mujer me casaría con ella... ella comenzó a reír, pero no de la manera en que lo hacía en el trabajo, sino de una manera sincera, sonreí, era la primer vez que ella me miraba sonreír... se quedó seria y me dijo... "tienes hoyuelos, se te forman cuando sonríes" yo me tapé mi sonrisa y le dije que ya era hora de irme...
"Fue un gusto Helike... gracias por haberme acompañado"
Ella se acercó a querer abrazarme... yo le tendí la mano y se despidió dándome las buenas noches.
Llegué a mi casa y me puse a pensar en el día. "Helike... qué hermoso nombre tiene..." fue mi último pensamiento antes de caer dormido.
Al día siguiente había en mi escritorio una lata de té natural con una nota, "gracias por admirar las estrellas conmigo, chico lunar con hoyuelos"
Hice una mueca de desaprobación y me puse a trabajar... había algo en ella que poco a poco no podía dejar de pasar desapercibido ... pero ¿¿Q
ué era?? me carcomía el no saber, el sentirme de esta manera cuando escuchaba su nombre o pensaba en su risa sincera... ¡¡¡Maldición!!! ¿¿¿Acaso estaría afectando mi estado emocional ella??
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